Mi sueño siempre fue estudiar mecánica pero como para ello tenía que irme lejos para estudiar mis padres no me dejaron, probé la hostelería y no me gustó. Y así fue como empecé a trabajar con mi padre de fontanero. Tras 9 años a su lado, adquirí todos los conocimientos que este oficio requiere convirtiéndome en un experto fontanero. También estudié y obtuve mis certificaciones como instalador y mantenedor de fontanería, calefacción y refrigeración.
Con el tiempo descubrí que quería aprender más y tener mi propia empresa por lo que con 25 años me hice autónomo y empecé a trabajar sólo.
Llegó la crisis y mis clientes me pedían que en las reformas de los cuartos de baño las hiciera completa y no sólo la fontanería, por lo que fue así como lentamente me fui especializando en reformas.
Me encanta aportar ideas o diferentes opciones a mis clientes, ya que ponen en mis manos una tarea importante, una decisión que afecta a su hogar a esa zona personal y que cada cual quiere acomodar a sus necesidades, un cambio que se va quedar para muchos años.
Con los años he aprendido a anticiparme a pequeños imprevistos que van surgiendo según la obra avanza y a dar rápidas soluciones e incluso varias alternativas, aspecto muy valorado entre mis clientes y es por ello que mantengo clientes desde mis inicios.
También disfruto con peticiones especiales y personales en mis encargos, haciendo diferente mi día a día y ayudándome a aprender cosas nuevas, sin dejar de cumplir sus expectativas.
Es así como con mi trabajo he logrado encontrar un equilibrio donde hago lo que me gusta a la vez que también hago felices a mis clientes, invadiendo su bonito hogar para hacer de una reforma su sueño realidad.
Soy alegre, simpática, responsable e impaciente, sentí la necesidad de emprender para conciliar mi vida familiar.
He estudiado la carrera de Relaciones Laborales y lo que siempre había tenido claro desde el principio era que quería trabajar de cara al público, con personas!
Mi primer trabajo fue en una gestoría y un año después empecé en un banco, fue allí donde adquirí mis mayores capacidades en cuanto al trato con el cliente, gestión financiera, recursos, contactos con inmobiliarias, pequeñas y medianas empresas, notarias… aprendí y disfruté de mi trabajo 10 maravillosos años.
Dicen que no hay mal que por bien no venga! (Aunque me costó bastante asimilarlo) mi banco fue absorbido por otro y ya mi trabajo no era tan chulo y divertido! Decidí marcharme sabiendo que dejaba un trabajo estable por otro que no tenía…
Si, fui valiente, ahora lo veo, muchos años después y habiendo disfrutado de mis hijas desde bebes.
Fue así como mi marido, Juanjo, me animó a ampliar sus servicios de reformas con la gestión inmobiliaria, formar equipo y así poder conciliar la vida familiar.